Por Roberto Tiburcio
La puesta en funcionamiento de la primera línea del Metro de Santo Domingo está cada vez más cerca, lo que será la obra más importante del presente gobierno es casi una realidad con la llegada de los primeros vagones a su sede principal ubicada en los terrenos de la antigua Cementera. Tendrá 16 estaciones en los 14 kilómetros que recorrerá desde Villa Mella, en Santo Domingo Norte hasta el Centro de los Héroes (La Feria), en la Capital.
Juan Gabriel Cajiao, presidente de la empresa Multitrade Spain, responsable del traslado y montura de todos los trenes que serán utilizados en el metro informó que en el próximo mes de febrero llegará al país otro convoy de tres vagones, “y cada mes llegarán iguales números, en algunas ocasiones hasta seis vagones, hasta completar los 57, equivalentes a 19 trenes”.
El metro tiene pautado hacer su primer recorrido de prueba este 27 de febrero próximo, comenzara a funcional de manera gratuita en el mes de mayo y con fine comercial entre los meses de agosto y septiembre, el costo será de 20 pesos, funcionara de 6 de la mañana a 10 de la noche y el periodo de espera en cada parada será de 3 minuto en las horas pico y 5 minuto en la horas normales. No se permitirá la venta de comidas ni bebidas dentro de los túneles.
Con esta majestuosa obra los residentes en Villa Mella y zona aledaña pondrán fin a la cadena de atropello y vejaciones a que son sometido cada día por lo llamado dueño del país.
Unos de los aspectos que todavía las autoridades no han establecido es lo referente a las unidades que alimentaran cada una de las paradas, ya que la mayorías de los barrios y urbanizaciones de Villa Mella quedan a una distancia bastante considerable de la avenidas Hermana Mirabal, por donde circularan los vagones del metro. Este es uno de los inconveniente que las autoridades de la OPRET tendrán que resolver, ya que una persona para trasladarse al lugar donde funcionaran las paradas tiene que pagarle a un motoconcho 20 y 30 pesos que sumado a los 20 pesos que cobrara el metro lesionaría considerablemente los bolsillos de los usuarios en la zona Nortes de Santo Domingo, con lo cual la obra no beneficiara realmente a los usuarios.
